miércoles, 6 de agosto de 2008

Ventilación de Tejados


La ventilación de las cubiertas es una de las principales claves para su perfecto mantenimiento, a través de la circulación del aire bajo las tejas evitamos que exista un gran contraste de temperaturas entre la superficie del tejado y bajo las tejas. Del grado de ventilación dependerá el que la humedad se mantenga por debajo del punto de saturación.



La entrada de aire se realizará por la línea de alero. La salida ser procurará cerca de las líneas de cumbrera. A lo largo del faldón se colocarán tejas de ventilación para favorecer la circulación del aire. La circulación en el interior de la cubierta no debe exceder de doce metros y, en ning´jun caso, estará obstaculizada por elemento alguno.


Si la colocación es en seco utilizaremos una teja de ventilación cada veinte metros cuadrados. Si la colocación es con mortero utilizaremos una cada diez metros cuadrados. Cuanto mayor sea la diferencia de altura entre la entrada y la salida del aire, mejor será la circulación. Entre los elementos que podemos utilizar para facilitar la ventilación encontramos el peine de alero, que permite la ventilación a través de la línea de alero, levantando las primeras tejas y evita, al propio tiempo la entrada de pájaros o roedores y los remates de cumbrera, que son elementos formados por un perfil metálico perforado y dos baberos laterales que pueden ser de zinc, plomo o plástico. Mediante esta pieza se consigue una correcta salida del aire que circula a través de la cubierta.

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